Las claves de la alimentación durante el embarazo
El embarazo es una condición, en la cual una mujer sufren diversos cambios hormonales y existe un incremento de las necesidades energético proteicas, por lo tanto, es de suma importancia garantizar los aportes nutricionales específicos, que se requieren en dicha etapa, pues de tal forma se pueden evitar complicaciones como: aumento excesivo de peso durante la gestación, diabetes gestacional, deficiencia de vitaminas y minerales, anemia, cicatrización deficiente, desarrollo inadecuado del producto, nacimiento prematuro, un bebé con bajo peso al nacer.
Por lo anterior, se recomienda llevar a cabo una dieta adecuada, la cual consiste en lo siguiente.
Consumo de:
Cereales (arroz, tortilla, pan): aportan carbohidratos y se convierten en energía. Además, los productos de grano entero, contienen ácido fólico y hierro.
Verduras: son una buena fuente de vitaminas A y C, ácido fólico, hierro y magnesio.
Frutas (frescas): aportan vitaminas A y C, potasio y fibra.
Legumbres: alto contenido en fibra, aporte considerable de proteína vegetal que nos ayuda a cubrir las necesidades, contienen vitaminas del grupo B, ácido fólico y calcio.
Lácteos (bajos en grasa): son una gran fuente de proteína, calcio y fósforo.
Pollo, pescado y huevos: los alimentos de este grupo son una buena fuente de vitaminas del grupo B, proteína, hierro y zinc.
Grasas (aceites vegetales, aguacate, nueces, almendras): proporcionan energía a largo plazo para el crecimiento y son necesarias para el desarrollo del cerebro.
Líquidos (agua): asegura una correcta hidratación de la madre, permite mantener un volumen normal y estable del líquido amniótico.
Evitar productos dañinos, tales como:
Alcohol (cerveza, vino u otra bebida alcohólica), cigarrillo y drogas ilícitas: el consumo de alcohol, causa retardo del crecimiento, anomalías oculares y articulares, retraso mental, malformaciones y abortos espontáneos.
Café: estudios demuestran que la cafeína atraviesa la placenta y puede alterar la frecuencia cardíaca y la respiración del bebé.
Además, está plenamente recomendado, realizar actividad física, de 30 a 40 minutos, 3 veces por semana, cabe mencionar, que el ejercicio debe ser de tipo aeróbico, suave, sin ningún tipo de sobrecarga y debe haber una supervisión y autorización por parte del obstetra, el cual analizará la actividad aconsejada para la situación específica de la paciente.
Para finalizar, es indispensable resaltar, que el manejo adecuado de los requerimientos nutricionales, así como el uso de una dieta balanceada, actividad física y su tratamiento correcto, durante una etapa tan importante como el embarazo, ayudan a garantizar mejores condiciones de salud de las embarazadas y el producto de la gestación, además de contribuir para preparar el organismo de la madre en el momento del parto y asegurar la reserva energética en forma de grasa para la lactancia.