Factores que impiden seguir un plan de alimentación
¿Haz intentado mil dietas y no consigues adelgazar?
La mayoría de las personas con sobrepeso y obesidad han probado infinidad de ellas y siempre las abandonan, ¿por qué pasa esto?
Me di a la tarea de investigar cuáles son los principales factores que atentan en tu contra, para que no logres cumplir tus objetivos.
Diversos estudios demuestran que el 70% de la población no está contento con su cuerpo y el regreso de vacaciones de semana santa es como el disparo de salida para que todos se quieran poner en forma para verano, pero está demostrado que el 80% de la población abandona todo plan de alimentación en los primeros 15 días.
Los factores implicados son muchos: está, por supuesto, la fuerza de voluntad, los amigos que te tientan para que te la saltes con cualquier excusa, las creencias erróneas de la infancia y las emociones (soledad, ansiedad, tristeza, aburrimiento, estrés) que son las que hacen que busquemos consuelo en la comida.
Como todos sabemos no hay una dieta universal, no existen las dietas milagros, la que me funciono a mí nunca será lo que tú necesitas, lo indicado es ponerse en manos de un especialista que diseñe un plan a la medida de cada persona y lo vaya modificando y adaptando a sus circunstancias, debilidades y objetivos.
Probablemente, el origen de tanto fracaso sea el concepto equivocado que tenemos con respecto a las dietas pensamos que es un método milagroso que al final es sacrificio. Aclaremos esto, dieta engloba todo aquello que comemos sea sano o no, utilicemos plan de alimentación para referirnos a una alimentación correcta, equilibrada y sobre todo planeada para cada individuo.
Un plan de alimentación no debe considerarse como algo restrictivo y puntual, sino como un aprendizaje de alimentación saludable que se mantendrá en el tiempo y hará que perdamos kilos y que además no vuelvan. Es decir, la mejor no es hacer una dieta milagro sacada de internet sino cambiar de hábitos de alimentación. Nuestro primer enemigo siempre será la monotonía: comer siempre lo mismo y cocinado de la misma manera aburre a cualquiera. No siempre debes cocinar todo a la plancha para que sea saludable, prueba con los empapelados, asados, salteados, así como los estofados; prueba nuevas recetas.
En un plan de alimentación nunca se te obligará a pasar hambre, ni a dejar esos alimentos que más amas, lo más indicado es optar por alimentos saludables que aporten sensación de saciedad para evitar el picoteo, por ejemplo, alimentos ricos en proteínas y fibra, como los huevos, las legumbres, los pescados, los cereales integrales frutas y verduras. Además, ayudan a preservar la masa muscular, que estimula la quema de grasa y favorece el tránsito intestinal.
Si quieres bajar kilos de forma saludable y para siempre, tiene que ser poco a poco, una perdida de peso saludable se encuentra entre 500 y 1 kg de grasa corporal por semana, aunque en el primer mes se puede llegar a una perdida superior, por ello es importante ponerse metas realistas para evitar desanimarse y abandonar nuestros objetivos.
Cuidar el tamaño de las raciones es importante para evitar el exceso de las calorías, utilizar platos más pequeños ya que es un mecanismo que interviene en el efecto visual para satisfacer nuestra sensación de hambre, pero lo más importante, optar por alimentos de densidad calórica baja ya que podrás comer más cantidad de alimentos y estarás saciado e incorporando un menor número de calorías. Evita saltar los tiempos de comida recomendado al día, beber agua con frecuencia.
El hipotálamo es la región del cerebro que controla la sensación de hambre, de saciedad, los antojos y también la sed. Y sucede que, cuando el cuerpo se encuentra en un estado de deshidratación, aunque sea leve, el cerebro se confunde; de modo que cuando crees que tienes hambre, quizá lo que tengas es sed. Conclusión: si lo que quieres es perder peso, razón de más para que te preocupes por tomar líquidos con frecuencia sin esperar a tener sed. Así evitarás la tentación de picotear entre horas. Según publicó el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, la tasa metabólica aumenta un 30 % después de beber medio litro de agua, quemando grasas y produciendo la energía necesaria para las actividades cotidianas.
Otra cosa importante para tener en cuenta y no abusar de ello son los alimentos light el consumir productos light no significa que no engorden. Para que un alimento sea etiquetado como “light” basta con que haya reducido un 30 por ciento su número de calorías, pero todavía conserva un 70 por ciento de ellas, por lo tanto, no podemos darnos el lujo de abusar de su consumo porque terminaremos consumiendo más calorías que el producto convencional.
Además, es evidente que muchos productos siguen siendo altamente calóricos incluso en su versión ligera, se le añaden aditivos de todo tipo, como pueden ser sal, azúcares, almidón, sacarina, aditivos químicos, espesantes para darle su sabor y textura característica.
La solución para poder reducir al máximo los productos procesados que incluimos en nuestra dieta es aprender a leer las etiquetas. El azúcar que aparece en ellas bajo muchos nombres: todos los que terminan en -osa-, como: glucosa, fructosa, sacarosa, lactosa, maltosa y dextrosa, y otros como jarabe de arroz integral, jarabe de maíz, dextrina, zumo de caña evaporado, pulpa de fruta, néctar de agave, melaza, concentrado de zumo de frutas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que lo ideal sería que nuestro consumo diario de azúcar no superara los 25 g. pero en realidad es que tomamos cinco veces más al día (125g) y las consecuencias para nuestra salud son múltiples: inhibición del sistema inmunológico, aumento de los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos, diabetes, problemas dentales y visuales y por supuesto, sobrepeso y obesidad.