Debido a que la piel es muy fina, móvil y con estructuras debajo que van cambiando con el paso de los años; apareciendo bolsas, ojeras y flacidez, lo que da un aspecto de cansancio y mirada apagada.

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El uso del láser CO2 fraccionario consiste en una técnica que se realiza en la zona de la ojera vaporizando de manera controlada el tejido sobrante y renovando la piel totalmente, brindándole un aspecto fresco y luminoso.

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La principal ventaja de este tipo de tratamiento es que no deja ninguna clase de cicatriz y evita cualquier sangrado. Sólo produce una fina costra que hay que cuidar durante aproximadamente 5 días con cosmética reparadora y protección solar después del procedimiento.

 

Durante el proceso se aplica anestesia local. Es un procedimiento totalmente ambulatorio y sólo hay que evitar 2-3 días de exposición al sol, hasta que disminuye la costra y la ligera inflamación de las primeras horas.

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